4.12.12

Hola abuelo, qué tal todo ahí arriba. Me gusta le sigas ganando la batalla a Dios, y no le permitas que se lleve a la abuela. Por aquí se te echa de menos, los paseos de la mano, cuando te arrastraba en tu descanso a por cómics al quiosco, llenarte el vaso de vino en la mesa, tu tortilla de patatas, despeinar tu pelo cuando me chinchabas, esas cosas que solía hacerte cuando era un chiquillo, no se si las recuerdas.

Debe ser duro tener ahí un hijo, supongo, qué tal lo lleva el tito, ya sabes que siempre fue un poco bala perdida, la abuela lloró mucho, y madre, pero eso ya lo sabes, lo viste, dale un beso de mi parte.

Sabes, hubo un tiempo en el que pensaba que me cuidabas desde arriba, como un ángel de la guarda o algo, luego me vino tanta mierda seguida, que supe que Dios solo te dejaba ser el ángel de una persona, y elegiste a la abuela, porque sino, nada de eso me habría pasado.

Por aquí, bueno, van las cosas, tengo salud, no puedo quejarme, me he enamorado, quién iba a decirlo, si, es preciosa, mucho, te gustaría, aunque bueno ya sabes, tienes un nieto difícil, al que a Dios le encanta retarle, pero bueno, por ahora le he ganado todas las batallas, esta es la más importante de mi vida, pero no peleo contra Dios, sino contra otros factores, así que dile que por una vez esté de mi lado, anda.

Por lo demás pues bueno, me apaño, sigo siendo yo, sabes, no es que sea algo de lo que alardear, pero aún mantengo mi sonrisa, y mis ganas de hacer reír, si abuelo, la hago reír, procuro hacerlo.

Padres siguen exigentes, como siempre, tal vez algún día haga algo de lo que se sientan un poco orgullosos, aunque creo que soy un caso perdido la verdad, ya sabes no soy bueno en nada, aunque pongo empeño, pero parece no ser suficiente.

Me gustaría contarte más cosas, y no solo de ella, creo que la sonrisa que pongo cada vez que la pienso, te sirve bien de referencia, pero es tarde, y llevo unos días que no duermo demasiado bien, cosas que pasan, y se que es tarde y tienes que irte a ver a la Abuela.

Te fuiste muy pronto, sabes, yo era muy pequeño, y aún me hacías mucha falta, crecí demasiado rápido después de aquello, y he enterrado a demasiada gente después de aquello, hasta a mi mismo.

En fin, que me enrollo, "hablamos" otro día si te apetece, un beso grande, y dile al "jefe" que me eche una mano anda, por fin todo encaja, y le necesito para no fastidiarla.

Gracias por "estar" ahi abuelo, te quise mucho.

Tu nieto.

1 comentario: