28.1.10


y hay más en tus silencios
que en tus palabras
y cada día queda menos
de aquello que llamaste magia
se cansa, se agota, se estira, y rebota
creía ver fantasmas dónde nunca hubo nada
pobre de mí, ilusionado y desgastado
creí ver la luz, entre los brazos de tu cama
y me visto de negro por si acaso,
por si debo de ir a un entierro
de lo nuestro, que se acaba
que yo seguiré siendo de pueblo
y acudiendo a tu llamada
y tú seguirás siendo esa chica de ciudad
joven y despreocupada

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