nada tiene sentido,

nada ha sido lo que se dijo,

nada ha salido como predijo,

nada ha ido como quiso,

y sin embargo,

una cosa de toda esta tormenta ha sacado en claro,

no soy un barco ligero que se rompa,

soy un marinero curtido en la marea,

que lucha contra las tempestades,

que en ocasiones nos ha lanzado el tiempo,

y siempre con la calma,

y el sol reflejado en la orilla,

sus ojos han buscado los míos,

saberosos de encontrarme,

más lejos,

más cerca,

más magullado,

o con mas brío,

pero no me he ido de su lado,

no he naufragado pese a las adversidades.